• Situación:
    Avda. Antonio Lopez. Pinto, Madrid.
  • Superficie:
    1.980 m²
  • Estado:
    Terminado
  • Promotor:
    Arzobispado de Getafe
  • Constructor:
    Editec
  • Presupuesto:
    1.800.000 €
  • Colaboración con:
    Eugenio Sánchez Moro & Proplan Arquitectura y Urbanismo

El proyecto surgió de la necesidad por parte del Obispado de Getafe de construir una nueva Iglesia y Centro Parroquial en Pinto (Parroquia de San Francisco Javier). El solar se ubica en un barrio de nueva creación (La Tenería) en Pinto, y se integra dentro de una franja de espacios verdes y equipamientos. El programa requerido se dividía en tres usos diferenciados: Una iglesia y capilla, un centro parroquial y una vivienda para el párroco.
El Templo se desarrolla en una única planta al nivel de la calle a la que se accede a través de una plaza- espacio peatonal existente. El Centro Parroquial y la vivienda, se sitúan en la planta inferior vinculados a un jardín privado que se desarrolla en el mismo nivel.
Abordar el proyecto de un espacio religioso obliga a tener en cuenta toda una serie de complejos condicionantes religiosos, litúrgicos, simbólicos e iconográficos que deben coexistir. Este proyecto se fue desarrollando en paralelo a numerosas reuniones y consultas tanto con el Obispado, como con el Párroco local. El principal condicionante era que el altar mayor debía estar orientado al Este. Con esa premisa de partida se fue desarrollando el resto del programa. La luz fue el otro condicionante fundamental. Considerábamos que un espacio sagrado demanda una luz tenue e indirecta pero que ello no tiene porqué llevar a un espacio oscuro.
El edificio se diseñó partiendo de un volumen claro y rotundo, con una estructura de prefabricados de hormigón, al que va envolviendo una segunda piel. El espacio entre ambas cerramientos permite albergar usos asociados al espacio principal y la colocación de una serie de lucernarios para conseguir el efecto lumínico deseado. A través de unos huecos situados en la parte superior del volumen principal de la iglesia se conseguirá introducir una luz ambiente natural. Al exterior destaca el volumen del campanario, una estilizada estructura metálica que contrasta con el ladrillo y hormigón. La retroiluminación de la cruz en su parte superior refuerza sutilmente la presencia del templo.
A los espacios de la vivienda y centro parroquial se accede a través de un jardín, situado en un nivel inferior y de carácter más privado, al que se abren las distintas estancias. La comunicación entre ambas plantas se produce mediante un ascensor exterior.
Dado que el presupuesto con el que se contaba era muy ajustado, hubo que optar por un sistema constructivo que combinase materiales económicos y un rápido montaje. Los prefabricados de hormigón, además de precisar un mantenimiento escaso, encajaban con las necesidades.

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