• Situación:
    C/ Crevillente, Madrid
  • Superficie:
    70 m²
  • Estado:
    Terminado
  • Promotor:
    Privado
  • Fotografías:
    © I&D arquitectos

La vivienda objeto del encargo del proyecto se encuentra situada en la última planta de un edificio residencial muy próximo al Santiago Bernabéu de Madrid. Totalmente exterior y con fachadas a las cuatro orientaciones, la vivienda pertenece a una mancomunidad de bloques muy sencillos construidos en los años 40, cuyo principal potencial reside en su localización en una calle tranquila rodeada de zonas verdes.

La vivienda tiene una superficie de 70 m² útiles, que inicialmente se distribuían en el siguiente programa de usos: salón, cocina, baño y cinco dormitorios. El angosto acceso a través de un pasillo estrecho y sin iluminación natural que distribuía todas las estancias y la altura de 2.50 m a la que estaba colocado el falso techo, generaban una sensación espacial reducida y agobiante.

Las directrices de nuestra clienta con respecto al tipo de vivienda que deseaba eran claras. Conseguir espacios amplios y luminosos, diferenciando claramente los distintos ambientes, pero con la mínima compartimentación y espacios de distribución posibles. Para favorecerlo, el programa usos se redujo a dos dormitorios y dos baños además de la cocina y salón.

En el caso de la cocina, se abrió al salón comedor, pero manteniendo prevista la posibilidad de cerrarla en un futuro mediante mamparas correderas. El acceso a los dormitorios se produce directamente desde el salón, pero en el caso del principal se produce a través del baño-vestidor que actúa a modo de transición ofreciendo un mayor espacio de privacidad.

Todo el falso techo de la vivienda se desmontó para ganar la máxima altura posible y se optó por dejar vista la estructura al completo. La de madera pintada en blanco y la metálica -pilar central y vigas- en un tono gris oscuro para marcar el contraste entre ambas.

Se sustituyeron todas las ventanas por otras de carpintería oculta que ofrecían mejoras considerables en cuanto aislamiento térmico y acústico. En salón y cocina se instalaron a haces exteriores, según petición de la clienta, para posibilitar el aprovechamiento de las repisas al interior de la vivienda.

Al definir los acabados interiores, se optó por una tarima de madera maciza de roble natural, carpintería de madera lacada en blanco y pintura blanca para conseguir la mayor luminosidad y sensación de amplitud. En los baños y vestidor se instalaron grandes espejos para ampliar los espacios más estrechos de la vivienda

Tanto la cocina como todos los armarios y muebles de baños se encargaron a medida para aprovechar el máximo espacio de almacenamiento.

 

Fotografía © I&D arquitectos

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