El proyecto consistió en la reforma interior de un semisótano, situado en un edificio de viviendas construido en 1886 en el centro de Madrid, en el que se albergaba una antigua vivienda para la portería, en desuso, y un almacén. Los propietarios de la finca habían percibido que el porcentaje de humedad del sótano estaba aumentando. Esta situación era en gran medida consecuencia de la falta de ventilación y mantenimiento de estos locales y estaba provocando el deterioro de los muros que necesitaban ser saneados.
Aprovechando dicha circunstancia, nos encargaron un estudio sobre la viabilidad de transformarlo en una nueva vivienda.
El semisótano contaba con tres ventanas a la calle y otras tres al patio interior de la finca y tenía una superficie de 160 m². Nuestra propuesta fue transformarlo en dos amplios apartamentos uno exterior a la vía pública y otro interior, dando a un patio comunitario de gran tamaño. Los espacios se plantearon diáfanos y lo más flexibles posible para que permitiera que, además de como vivienda, pudieran utilizarse también como despachos profesionales.
Previamente hubo que realizar obras para sanear los muros utilizando un sistema de electro-ósmosis pulsante para combatir la capilaridad, unido al refuerzo de la ventilación de la vivienda como método más eficaz para combatir la humedad. La decisión de dejar los muros de fábrica de ladrillo macizo vistos, tenía un componente estético pero fundamentalmente uno constructivo ya que al no quedar recubierto se mejora su secado. Adicionalmente se construyeron nuevas cámaras de aire con ventilación forzada en todo el perímetro de las viviendas.
El programa de usos de ambos apartamentos es el mismo: Salón-comedor-cocina integrados en un mismo espacio, dormitorio, vestidor y un baño.
La distribución de cada apartamento es diferente, condicionado por la forma del local. El apartamento exterior, de planta casi rectangular, tiene una distribución más abierta y diáfana, siendo un único espacio, con una ligera separación entre dormitorio y salón, dejando independientes el baño y vestidor-El apartamento interior, con forma de L, presenta una secuencia de espacios, independizando el dormitorio de la zona más pública de la vivienda.

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