Halley VI Lab – Hugh Broughton Architects
La British Antartic Survey, Halley VI, base de investigación británica fundada por el Consejo de Investigación Natural y Medioambiental de Reino Unido (NERC), ha quedado inaugurada y operativa. Su diseño lleva la firma de Hugh Broughton Architects, quienes desde 2006 pusieron en marcha la construcción que sustituiría a a la anterior base.
Halley VI es la sexta base científica construida en la costa del mar de Weddell en la Antártida desde que la primera se levantó en 1956. Se trata de la primera base de investigación completamente móvil del mundo y una de las bases de investigación medioambiental más avanzadas hasta ahora construidas.Su construcción se llevó a cabo en cuatro fases, aprovechando los períodos de verano en la Antártida para el montaje de los módulos y el desmantelamiento de la anterior base. Halley VI consta de siete módulos, conectados mediante brazos flexibles, que contienen laboratorios, oficinas, salas de estudio, plantas de energía y habitaciones. Desde la primera estación construida, esta base ha sido utilizada principalmente para el estudio de la glaciología y de las consecuencias del cambio climático sobre el planeta.Acondicionada para el estudio y la investigación, también cuenta con estancias habitables y áreas comunes albergadas en otro módulo principal, de mayor tamaño y de color rojo. En éste encontramos, entre otros espacios, las zonas de recreo, el comedor y la biblioteca. En total, la base puede albergar cerca de 52 personas durante los meses de verano y hasta 16 en los meses de invierno, con total oscuridad y temperaturas de hasta -56ºC.Este proyecto destaca por su versatilidad e innovación. Su diseño permite soportar las inclemencias del frío y adaptarse a las condiciones del suelo y la nieve gracias a los brazos hidráulicos que la sostienen y que permiten el desplazamiento de cada uno de sus módulos. De este modo, se evita que la estación quede hundida en la nieve, como había ocurrido con las bases anteriores, y se permite su reubicación para poder así evitar que los desplazamientos de las capas de hielo terminen con la pérdida o el hundimiento de las instalaciones.